sábado, 17 de febrero de 2007

Hernán Cortés

El pasado lunes venían a la ciudad una comitiva de nuestro Jefes, Directores de Proyecto y Superintendente. Nos acercamos a su hotel. La misma cadena que el nuestro pero en la zona de Polando. Lo más chic de la ciudad. Tomamos un taxi desde el hotel. A mitad de camino se paró el motor, se encendieron todas la luces y entramos en pánico. Solamente eran las 8 de la noche, pero una noche cerrada y contaminada. Nuestro estupor fue cuando el taxista logró arrancar de nuevo el carro y se comenzaron a caer piezas. Siguió manejando y nos dejó en nuestro destino. Nos recibió la comitiva de Bosses y Don Eduardo, el chófer mexicano del SuperIntendente, un tipo estupendo. Nos llevaron a La Hacienda de los Morales. Pasen y vean. http://www.haciendadelosmorales.com/index.php

Los 7000 pesos de nota los pagó el Ingeniero de Proyecto. Y nuestro taxi de regreso a Tlalnepantla el Director.

Le pedimos a nuestro Director técnico que nos trajera chocolate de España, el de acá no sabe igual. Como buen Director que es nos trajo seis tabletas a cada y una caja de yemas de Ávila. Home. Sweet home.

No hay comentarios: