Una noche de viernes

La pasada noche del viernes, como viene siendo costumbre, salí a un nuevo antro de la ciudad para conocer el tipo de bares que se estilan acá y las costumbres musicales. Se llamaba Berlín. Por 35 pesos (unos dos euricos) tengo a un chófer que me abre la puerta del coche, nos lo aparca y lo vigila. Nos acomodan en una mesa alta con dos taburetes de gallinero. Pedimos nuestro reposado de tequila con limón como viene siendo habitual. En el escenario, una Banda (lo que en España es una Banda Residente) nos ameniza con canciones muy sonoras de ACDC, de Los Fabulos Cádillac, de The Doors, de Molotov……..hasta se atreven con Héroes del Silencio(esto suena mucho por acá). Eran 5 tipos muy greñosos, de negro y acento cantarín. Entre descanso y descanso se celebró un concurso: “El bebedor/a más rápido” de cerveza y tequila. Las chamas cómo le daban¡¡¡. De los tipos, ganó un gordito de camisa de rayas, le dieron como premio una playera (camiseta). A la salida provocó una pelea con los tipos de la mesa que estaba a nuestro lado. Esto hizo que nos golpearan contra la pared, y nuestros tequilas y limones salieran despedidos. Yo puse una cara de espanto de flipar. Le dijimos al mesero (camarero): ¿qué pasa con nuestros tragos?. Han salido despedidos. Mire como nos ha puesto el gordito ese¡¡. El mesero muy amablemente nos los repuso. Fueron gratis. Le engañamos un poco ya que sólo nos quedaba un culín en el vaso y realmente no nos mojó. Es lo que tiene el ser dramático¡¡¡. A la salida del antro vimos al tipo que estaba forcejeando con 5 policias del Estado. Trataban de introducirlo en un coche policial, pero el borrico no se dejaba. Después fuimos a un chiringuito de calle a tomar unos tacos pastor, de filete y un litro de agua de melón.umhhh¡¡¡¡

Foto. Parte posterior del Palacio Nacional. Primera semana en la ciudad.